Ficha de Ciev ~
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Ficha de Ciev ~
~ Lo esencial es invisible a los ojos ~
Nombre: Ciev, que yo sepa no tengo apellido
Apodo:: Ciev es lo suficientemente corto.
Edad: 17 Ni uno más ni uno menos.
Amor: Hmm.
Género: Duh. Tonto. No me ofendas
Ocupación: ¿Estudiante...?
Residencia: Zona Norte de la ciudad de Mordor
Gustos: Leer un buen libro, la tranquilidad de un parque, el arrullo de la buena música, las aves, tocar el violín, la silenciosa compañía de su perro, retratar la naturaleza en un cuadro. A pesar de que no se le note, le gusta tener compañía de gente a la que considera agradable.
Disgustos: Pequeños gritones (Iki, puedes sentirte aludido), días demasiado calurosos que impiden el bienestar de estar tendido sobre la hierba, gente sobresaltada y demasiado orgullosa. Odia hacer las cosas a última hora, ya que se estresa demasiado y siempre le gusta tener las cosas hechas de antes.
Personalidad: Es un chico que disfruta muchísimo de la tranquilidad, muy pocas veces lo verás exaltado, o incluso enojado, ya que tiene una gran habilidad por pasar ciertas cosas por alto. Está bastante acostumbrado a no dejar ver sus sentimientos, por lo mismo siempre conserva un rostro serio e indiferente, aunque esté destrozado por dentro, o muy animado. No es un chico sociable, pero no tiene problemas en hablar con una persona desconocida. Su problema no es que le de miedo acercarse a la gente, sino que le es totalmente indiferente. Es bastante distraído en algunas ocasiones y le cuesta un poco captar indirectas o poder ver algo que no está del todo claro. Cuando alguien le importa lo hace notar, puede que sea a su manera pero la otra persona se da por enterada tarde o temprano.
Físico: Posee unos ojos de color violeta (como los de Elizabeth Taylor)heredados de su madre y su cabello es más o menos largo, de color castaño con unas mechas de un color un poco más claro y otras de un color turquesa (teñidas, obviamente). Es de tez pálida, bastante a decir verdad, largas pestañas y rasgos finos y delicados. Es de contextura delgada, al parecer sin músculos marcados ni nada de eso. Bastante sencillo.
Historia: (Esto es sólo la historia resumida de lo que tengo en mente, por lo que también la puedo modificar mas adelante, pero es para que haya una idea de lo que va :'3) Ciev era un pequeño enérgico, feliz, normal…
De pequeño siempre fue un chico callado, pero dentro de lo normal y muy tranquilo. Con unas hojas, lápices y pintura podía ser feliz y entretenerse unas horas pero tampoco le duraba demasiado, siempre tenía que cambiar de actividad. Era muy perfeccionista, inclusive de niño, y demoraba en retocar sus “obras” y lo hacía un poco cada día hasta que lograba quedar medianamente satisfecho con su resultado.
Nació a la medianoche de cierto día que no parece recordar. Era un niño menudo, delgado y muy débil. Su infancia hasta los cuatro años la pasó en cama, siendo un niño frágil y enfermizo, de piel casi traslúcida y cabello suave y no del todo abundante, y de débiles defensas. Pero era algo que se esperaba de él, aunque su padre no lo hubiera asumido, considerando la salud y condición de su madre y aquella “herencia” que obtuvo su único hijo. Los ojos violeta. Los malditos ojos violeta, como su padre decía. Algo que escuchó repetidas veces en su infancia y que siempre le provocaban una puntada de dolor. Pero había aprendido un consejo muy importante de uno de sus mejores amigos, El Principito, el cual decía “Lo esencial es invisible a los ojos”. Él adoraba a su padre con todo el amor que puede caber en un niño, pero aquél cariño no parecía ser recíproco. Cada vez que buscaba los brazos de su progenitor él se los negaba, o simplemente lo ignoraba, y por lo mismo aprendió a admirar de lejos, como el “ver y no tocar”. La mayoría del cariño lo recibió de su madre, tías y su única y querida prima, por lo que pasó rodeado de mujeres cuando era un niño. Ya había cumplido sus siete años, su salud estaba cerca de ser estable y normal y como todo niño, era feliz. Pero un día, al llegar a su casa luego del colegio y de haber dormido en casa de un amigo la noche anterior, encontró a su padre con los ojos hinchados y enrojecidos al igual de que su rostro. El pequeño, preocupado a mas no poder preguntó que ocurría. El adulto, con palabras cortantes y frías le explicó que su madre había muerto por una repentina y fulminante enfermedad, y que ya no estaría mas con él. (sigue)
(Se que esta todo mal redactado y mal echo y me falta harto pero no tenia mucho tiempo y queria ponerlo aquii ;_; después lo arreglaré, enserio :'D)
Otros: Tiene un perro de raza Malamute llamado Golondrina. Debe usar anteojos debido a que es corto de vista.
Nombre: Ciev, que yo sepa no tengo apellido
Apodo:: Ciev es lo suficientemente corto.
Edad: 17 Ni uno más ni uno menos.
Amor: Hmm.
Género: Duh. Tonto. No me ofendas
Ocupación: ¿Estudiante...?
Residencia: Zona Norte de la ciudad de Mordor
Gustos: Leer un buen libro, la tranquilidad de un parque, el arrullo de la buena música, las aves, tocar el violín, la silenciosa compañía de su perro, retratar la naturaleza en un cuadro. A pesar de que no se le note, le gusta tener compañía de gente a la que considera agradable.
Disgustos: Pequeños gritones (Iki, puedes sentirte aludido), días demasiado calurosos que impiden el bienestar de estar tendido sobre la hierba, gente sobresaltada y demasiado orgullosa. Odia hacer las cosas a última hora, ya que se estresa demasiado y siempre le gusta tener las cosas hechas de antes.
Personalidad: Es un chico que disfruta muchísimo de la tranquilidad, muy pocas veces lo verás exaltado, o incluso enojado, ya que tiene una gran habilidad por pasar ciertas cosas por alto. Está bastante acostumbrado a no dejar ver sus sentimientos, por lo mismo siempre conserva un rostro serio e indiferente, aunque esté destrozado por dentro, o muy animado. No es un chico sociable, pero no tiene problemas en hablar con una persona desconocida. Su problema no es que le de miedo acercarse a la gente, sino que le es totalmente indiferente. Es bastante distraído en algunas ocasiones y le cuesta un poco captar indirectas o poder ver algo que no está del todo claro. Cuando alguien le importa lo hace notar, puede que sea a su manera pero la otra persona se da por enterada tarde o temprano.
Físico: Posee unos ojos de color violeta (como los de Elizabeth Taylor)heredados de su madre y su cabello es más o menos largo, de color castaño con unas mechas de un color un poco más claro y otras de un color turquesa (teñidas, obviamente). Es de tez pálida, bastante a decir verdad, largas pestañas y rasgos finos y delicados. Es de contextura delgada, al parecer sin músculos marcados ni nada de eso. Bastante sencillo.
Historia: (Esto es sólo la historia resumida de lo que tengo en mente, por lo que también la puedo modificar mas adelante, pero es para que haya una idea de lo que va :'3) Ciev era un pequeño enérgico, feliz, normal…
De pequeño siempre fue un chico callado, pero dentro de lo normal y muy tranquilo. Con unas hojas, lápices y pintura podía ser feliz y entretenerse unas horas pero tampoco le duraba demasiado, siempre tenía que cambiar de actividad. Era muy perfeccionista, inclusive de niño, y demoraba en retocar sus “obras” y lo hacía un poco cada día hasta que lograba quedar medianamente satisfecho con su resultado.
Nació a la medianoche de cierto día que no parece recordar. Era un niño menudo, delgado y muy débil. Su infancia hasta los cuatro años la pasó en cama, siendo un niño frágil y enfermizo, de piel casi traslúcida y cabello suave y no del todo abundante, y de débiles defensas. Pero era algo que se esperaba de él, aunque su padre no lo hubiera asumido, considerando la salud y condición de su madre y aquella “herencia” que obtuvo su único hijo. Los ojos violeta. Los malditos ojos violeta, como su padre decía. Algo que escuchó repetidas veces en su infancia y que siempre le provocaban una puntada de dolor. Pero había aprendido un consejo muy importante de uno de sus mejores amigos, El Principito, el cual decía “Lo esencial es invisible a los ojos”. Él adoraba a su padre con todo el amor que puede caber en un niño, pero aquél cariño no parecía ser recíproco. Cada vez que buscaba los brazos de su progenitor él se los negaba, o simplemente lo ignoraba, y por lo mismo aprendió a admirar de lejos, como el “ver y no tocar”. La mayoría del cariño lo recibió de su madre, tías y su única y querida prima, por lo que pasó rodeado de mujeres cuando era un niño. Ya había cumplido sus siete años, su salud estaba cerca de ser estable y normal y como todo niño, era feliz. Pero un día, al llegar a su casa luego del colegio y de haber dormido en casa de un amigo la noche anterior, encontró a su padre con los ojos hinchados y enrojecidos al igual de que su rostro. El pequeño, preocupado a mas no poder preguntó que ocurría. El adulto, con palabras cortantes y frías le explicó que su madre había muerto por una repentina y fulminante enfermedad, y que ya no estaría mas con él. (sigue)
(Se que esta todo mal redactado y mal echo y me falta harto pero no tenia mucho tiempo y queria ponerlo aquii ;_; después lo arreglaré, enserio :'D)
Otros: Tiene un perro de raza Malamute llamado Golondrina. Debe usar anteojos debido a que es corto de vista.
Lobax ~- Moderador
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