Día de fotos...

Mika se encontraba sentada en un banco del parque con cámara en manos. El día estaba lindo, ni muy frío ni muy caluroso; sin embargo un bondadoso rayo de sol le calentaba los muslos. Ése día llevaba una pollera corta celeste con volados y una remera blanca de escote en V con unos detalles de flores de color lila. Su broche de mariposa iba en su cabellera rubia y lacia como de costumbre. Sus ojos los tenía ocupados en la lente de la cámara, buscaba cosas lindas para campar con ella. Parecía concentrada en lo que hacía, sin ninguna sonrisa en su rostro. Se ató el pelo en una colita de caballo para poder trabajar mejor. Se sentía en paz haciendo aquello, era lo que más le agradaba. Se paró y caminó pasando el pavimento para hacercarse más al lago y fotografiar unos peces de colores que se asomaban.

Kaoru por su parte, caminaba por el otro lado del lago, traía una tiara con un adorno de corona en ella, su pelo estaba suelto, se podía apreciar lo cuidado que lo tenía, vestía un hermoso vestido que le quedaba un poco más arriba de las rodillas, de un color negro y tenía lazos rojos, además también tenía el símbolo de su familia, unas largas calcetas de un hermoso color blanco que tenían unos hermosos moños del mismo color, sus ojos se posaban en el camino que trazaba imaginariamente como una ruta alterna a su paseo semanal, en sus manos llevaba una rosa de un fino color carmesí, era de su jardín de flores, parecía pensar en muchas cosas en ese momento.

Admiró fascinada aquella joven que vió del otro lado del lago. Parecía salida de un cuento con esos atuendos tan refinados, contrastándose con la simpleza de la vestimenta de Mika. Comenzó a fotografiarla a ella y su andar. Lo que más le llamaba la atención era aquel vestido, nunca había visto uno semejante. Le gustaba, definitivamente se pondría uno semejante. A lo mejor no con demasiados detalles de princesa como ella parecía tener, prefería un poco más de simpleza. Y aquella corona que llevaba en la cabeza, le parecía demasiado. Comenzó a pensar que tal vez iría a alguna fiesta de disfraces o algo por el estilo. Aquello no quitó de que la siga fotografiando con total descaro, en verdad no le importaba si le descubría haciéndolo.

"Estoy siendo observada..."pensó al sentir aquel presentimiento, paso la mirada por sus hombros, tratando de observar quien la privaba de privacidad, en un inútil esfuerzo, volteó la cabeza, más solo veía árboles, dio media vuelta muy decidida y al fin, pudo observar a la chica que la fotografiaba, un leve sonrojo le invadió la cara, vaya suerte la suya.-¿Por qué me toma fotos?-preguntó, más miro su vestimenta, y comprendió, pero... ¿Realmente era demasiado? A ella le parecía que era lo correcto que debía llevar, ya que lo demás estaba siendo guardado para un momento más "importante" que un simple y sencillo paseo al parque "... Con que no las lleve a una empresa esta bien, o si no, mamá me mataría"pensó ligeramente.

Bajó la cámara con una sonrisa cálida. -Sólo te tomaba fotos porque me aun poco...rara? tu forma de vestir- admitió rascándose la nuca y llevando su otra mano a la falda, estirándola. Su cámara quedó colgando de su cuello. -Perdón si te molestó...- miró el suelo apenada pero luego le creció una grande sonrisa en el rostro. -No es nada personal, no te preocupes, yo suelo fotografiar cosas que me interesan- dijo Mika con la lengua suelta. Se ruborizó levemente, sabiendo que lo que dijo podría malinterpretarse. Pero no optó por aclarar nada.

-Solo te pido que no las entregues a una revista o periódico, si mi madre se entera que salí sin supervisor me metería en un gran problema.-le sonrió, no tenía problemas con que le tomara fotos, si ella quería podía continuar.-¿Enserio te parece algo raro? Así se viste la mayoría que conozco, aunque con esas pieles de animales...-murmuro lo último algo fría, más recobró su postura y volvió a sonreír.-Mi nombre es Kaoru Hatori, un placer en conocerle.-añadió como lo mínimo de una presentación casual, cosa que solo hacía con personas que se veían interesantes.

¿Acaso escuchó bien? -¿Sos una celebridad o algo? Eso de que no entregue tus fotos a algún periódico me parece muy gracioso- rió divertida. -Mis fotos son sólo para mí, un hobby que tengo...- recuperó el aliento luego de haberse exaltado con las risas. "¿Por qué no podría salir sola?" Se preguntó por lo que le dijo aquella joven. Para ella era algo extraño que le anden encima a uno a ver qué hace y qué no...
-Bueno, la gente que yo conozco no se viste así como vos...- le miró de arriba a abajo jactándose de su hermosura. Se rascó la punta de su nariz pequeña. -Mi nombre es Mika Valmorain y el placer es todo mío- Tomó su falda haciendo una reverencia con una sonrisa de oreja a oreja. Ésas formalidades le parecían innecesarias pero graciosas. Era evidente que Kaoru viene de una familia con culturas distintas a las suyas.

-Vengo de una familia millonaria, bueno... antes eramos de una clase social media, teníamos recursos y eso, pero el abuelo murió y la herencia que dejó fue algo que nos ayudo mucho.-murmuro con una pequeña sonrisa en los labios, no solía hablar de lo que había tenido que pasar antes de que su familia llegara al lugar tan bueno y envidiado en el que estaba en ese momento, al escuchar lo segundo su sonrisa se amplio.-De acuerdo, pero no se las enseñes a nadie, me alegra que tu hobbie sea algo así, ojalá puedas hacer algo más profesional.-deseo la chica.
Paso a ver el cielo, rió de una forma sonora y leve.-Entiendo, pero se ven incluso mejor que nosotros en algunas ocasiones, como por ejemplo, en invierno, ustedes se ponen lo más juvenil y lo de moda, pero nosotros usamos algo más "refinado"-hizo énfasis en aquella palabra, no era por quejarse de las vestimentas de los otros.-No es necesario la reverencia, la formalidad es adentro de la mansión y en un evento de caridad.-explicó un poco más tranquila.

"Con que familia millonaria eh..." pensó Mika. Eso explicaba muchas cosas...
Le sorprendió que le hablara con tanta soltura de su familia apenas conociéndose, pero supuso que para ella sería algo normal. -Me encanta lo que hago- decía refiriéndose a la fotografía -Sin embargo no creo que lo llevé a algo más que un simple pasatiempo...- le sonrió con amabilidad. Nunca había pensado en ser fotógrafa, en ése preciso momento estaba analizando la posibilidad. -Bueno...ésa vestimenta te sienta bien- le alagó como quien no quiere la cosa.

-Lastima, yo te contrataría para eventos de caridad y cosas de ese tipo.-murmuro con tranquilidad la chica, mostró una leve sonrisa en los labios y la examino con la mirada por unos segundos, no pudo evitar reír con suma levedad.-Deberías considerarlo, ya que no suelo andar diciendo esto a cualquiera, quizá vea algo en ti, más allá.-admitió con un tono suave, sin perder la calma, al escuchar el último comentario se sonrojo solo un poco, a pocas personas le gustaba su estilo tan "monárquico", es decir, de los tiempos de los siglos en donde solían haber princesas y "hechiceros", cubrió se cara con su mano libre, o más bien una parte de ella.-Gra-gracias...-añadió algo apenada.

-No haría falta que me contrates- comentó Mika al borde de la risa -Podría ayudarte en tus eventos de caridad sin que me pagues...- le sonaba ridículo el hecho de que Kaoru quiera pagarle por hacer algo que amaba. Aparte, le había caído bien y no le sería molestia a la joven hacerle un favor. Al ver cómo reaccionó la joven pelirroja ruborizándose, tomó su cámara y le sacó una foto con rapidez. Le gustó como se vio en ése momento. Después de hacer ésta acción, bajó su cámara nuevamente y le dedicó una sonrisa amistosa.
-¿Querés acompañarme mientras sigo sacando fotos?- le preguntó. Pensaba sacar un par de fotos más antes de volver a casa. Podrían caminar por el sendero mientras charlaban y ella hacía su labor.

-¿Sin pagarte? Eso sería algo tacaño de mi parte ¿No lo crees?-comentó, más suspiro, por un momento empezó a tener el fugaz pensamiento de que también insistir no era lo de ella, sonrió de manera leve.-Olvida lo que dije, insistir no va con mi personalidad.-dijo de manera calmada, colocó la rosa en el suelo.-Si gustas compañía será todo un placer para mi, pero ¿No voy a ser una molestia?-finalizó para pasar su mirada al cielo, parecía pensar en otro tema "Eventos de caridad... ¿No había uno a la siguiente semana?" Al parecer cosas familiares era lo que rondaba en su cabeza, típico de ella.

-Sería más que un honor para mí sólo ir a uno de tus eventos- sonrió mostrando todos sus dientes. Observó como dejó la rosa en el suelo, no se había percatado de que la tenía en las manos hasta que la dejó. -¿Y ésa rosa?- preguntó al descuido. Pensó que probablemente no debería haber preguntado, puede ser que se la haya dado algún chico o quién sea. A ella no le incumbía. Rió después de escuchar lo que preguntó Kaoru.
-¡Mirá si va a ser una molestia!- le dio un leve codazo amistoso mientras se reía. -Serías una gran compañía...- avanzó por el sendero con cámara en mano.

-¿La rosa?-preguntó mientras empezaba a caminar, cuidando de no pisarla, soltó un leve risita, Kaoru dedujo de manera rápida que Mika pensaba que alguien se la había dado.-La tomé del jardín de rosas en mi casa, suelo hacer eso cuando doy un paseo, es como una pequeña costumbre que he tomado recientemente.-admitió, acomodo su diadema nuevamente y paso su mirada a Mika.
-¿Verdaderamente no te molesta la compañía a ti? Es decir, igual necesitas tu tiempo de soledad para pensar y reflexionar, o eso es lo que yo pienso.-añadió.

Se sonrió al ver que la chica le seguía el paso. Pronto tomó su cámara y fotografió el lago.
-Debes tener un lindo jardín- susurró mientras terminaba de capturar la imagen. Se llevó la mano a la cara, corriéndose un mechón rubio que le tapaba la visión. -De hecho...- su expresión se volvió neutra- no me gusta la soledad, raras veces quiero estar sola- Miró a Kaoru. -Cuando necesito un tiempo para mí, me lo tomo sin pensarlo dos veces, pero ésta no es la ocasión- cerró sonriendole. Su caminata era ligera y tranquila. Su cabello se echaba hacia atrás al igual que su pollera, por el leve viento en contra.
-¿Cuántos años tenés?- reaccionó de que nada sabía de ella, excepto su nombre y que era una joven ricachona.

-No es muy lindo, o a mi parecer, me parece un jardín normal.-dijo sin reproches, no deseaba presumir nada a nadie, ella no era así, tampoco deseaba demostrar algo.-A mi lo que más me gustaría es tener algo de soledad, parezco una presa, siempre "aprendida" en una habitación, con muchos sirvientes a mi alrededor, con mis padres siempre de viaje...-se limitó a decir solo eso, para mandar un leve suspiro, no le echaba la culpa a nadie, y mucho menos a sus padres, que sin ellos, no hubiera llegado a ser "la kaoru" que es.-Tengo 18 años ¿Puedo saber tu edad?-contestó agregando una pregunta al final, se postro algo interesada.

Escuchó a la chica con calma y paciencia. No pensaba comentar ya que recién la conocía y no le parecía apropiado meterse en la vida personal de las personas, y mucho menos aconsejar cuando nunca pidieron tu consejo. Miró de reojo a Kaoru mientras ésta suspiraba. Ya se imaginaba que su vida era algo solitaria y supervisada. Saber que tenía sirvientes le hacía pensar que era una chica malcriada que tenía todo lo que quería. Se retractó de ése pensamiento, recordando lo bien que le había caído en cuanto la conoció.
-Tengo 17, pronto voy a cumplir los 18- se aventuró. Buscó con la mirada algo para sacarle una foto.

-¿Piensas que soy una niña mimada, verdad?-pregunto de manera repentina, casi fugaz, parecía no querer desviar su mirada del cielo, río solo un poco, no quería parecer algo "loca".-Bueno, 17 años, suena completamente nostálgico para mi.-evitó guiar su mirada al suelo, cosa que sabía que significaba "sentir tristeza o cierta incomodidad", cosa que no sentía en esos instantes, sonrió de manera casi oportuna.-Ciertamente los 17 son buenos para pensar en que hacer cuando ya seas mayor y me preguntaba ¿Trabajas o algo por el estilo?-para no verse tan "desesperada" por cambiar el tema, le dedicó una mirada llena de curiosidad a Mika.

Una sonrisa forzada surgió en su rostro. "¿Acaso puede leer mentes?" se preguntó. -eem...bueno...no sé...no te conozco...- admitió. No quería que Kaoru se molestara con ella por ésa respuesta, después de todo, parecía una buena chica y le cayó bien. Sintió un leve alivio cuando cambió de tema.
-Bueno, no tengo en mente lo que pienso estudiar y...no. No trabajo por momento. Me preocupo por terminar la secundaria.- Acomodó su busto y se rascó la nariz. Miró a Kaoru con sus ojos azules y sólo en ése momento se dio cuenta de que el sol comenzaba a ponerse. El tiempo había pasado tan rápido con ella que ni siquiera se había dado cuenta de su entorno y mucho menos hubiera pensado que se estaba haciendo tarde.

-Yo trabajaba desde que tenía 14 años, ayudaba a mis padres a pagar el colegio en el que estaba, más por lo que paso hace ya unos añitos, dejé el trabajo por petición de mi madre, aunque realmente a mi me gustaba trabajar, aunque fuera de mesera a medio tiempo.-comentó, parecía tener una historia con cada cosa que decía, cosa que era demasiado típico en ella, como verse alegre.-Debes pensar muy bien en que quieres pasar tu vida trabajando, algo que te agrade, para tener más rendimiento, Como diría Marx.-al hacer el comentario solo soltó una sonora risa.

Evidentemente Kaoru no había conseguido toda su plata de la nada. Parecía que ella y sus padres habían hecho un gran esfuerzo para conseguirlo. -Supongo que más adelante pensaré más en lo que me quiera dedicar- miró hacia un horizonte lejano -Por momentos, sólo soy una adolescente que disfruta su presente- miró a Kaoru con una mirada cálida. Paró la marcha de la caminata.
-Se está haciendo tarde, debería volverme a mi casa y supongo que vos también...- recordó que su estrato social y pensó que sus padres se preocuparían por ella si volvía muy tarde a casa. Parecía querer decir algo que le costaba expresar.

-Si, ya se esta volviendo muy tarde... Esto... Lamentablemente quizá sea la última vez que nos podamos ver, no lo sé, si hay una próxima vez, desearía tener más tiempo para charlar.-dijo Kaoru de manera tranquila, como siempre, dio media vuelta, comenzó a caminar por donde había venido.-Por cierto, que te vaya bien en elegir tu vocación y pues también deseo que saques las mejores fotos que puedas.-finalizó para hacer un rápido movimiento con su mano y continuar su camino de regreso a casa.

-Esperá Kaoru...- logró balbucear. -Me gustaría...digo...si no te molestaría...- comenzó. No sabía cómo decirlo, nunca se lo había pedido a nadie. -...podrías posar para mí, y te tomo unas fotos- fue un alivio sacarse eso de encima. De verdad le parecía una chica misteriosa, en el sentido de cómo es y cómo se viste.
-Podes venir incluso con tu ropa normal, eso sería genial...- terminó agregando ya más tranquila. Guardó su cámara en el pequeño bolso negro que llevaba colgando del hombro. Cruzó un viento fresco, propio de las noches de otoño.

Kaoru estaba de espalda, había parado en seco, estaba un poco sonrojada por aquella pregunta, no sabía que contestar, es la primera vez, es como si alguien le dijera "Busto plano... ¡Perfecta!" o como si su madre tirara las pieles que había comprado cuando ella tenía máximo unos 16 años.-N-No sé que decir, me alagas en verdad.-murmuro dándose vuelta para voltear a verla, tenía una deslumbrante sonrisa en el rostro, parecía feliz.-Tu dime cuando... Yo encontraré la oportunidad de escapar de casa para eso.-añadió emocionada.

"¿Escapar?" se alarmó. -¡Ah nono, no quiero que te metas en problemas por mi culpa!"- movía sus brazos de un lado a otro un tanto ruborizada. -Sería la primera vez que le pido éso a alguien...- bajó la mirada un poco avergonzada. Apenas la conocía y le estaba pidiendo semejante compromiso. No tenía mucho sentido.
- Podría ser en mi casa o donde vos te sientas cómoda...- agregó aún sin levantar la cabeza. Esperaba que su hermano no se entere que llevó a una desconocida a la casa. Se enojaría mucho, pero como casi nunca está, no cree que justo aparecería ése día.