Un principio...

Melody estaba sentada en una banca del lugar, cerca de un supermercado. Habia terminado de hacer las compras y estaba contando el dinero que le quedaba para ver si le habian cobrado bien, ya le habia pasado que se habian quedado con parte del cambio y no queria recibir quejas de su familia de ningun tipo. Como siempre, callada, en su propio mundo. Estaba vestida con un vestido verde, con detalles en puntillas, algo casual pero no totalmente informal, su pelo lo tenia suelto, y un mechon del mismo estaba por encima de su ojo, de a ratos lo corria de su cara en un intento inutil de que se quedara con el resto del cabello.

Jeremy,el chico de pelo rubio y brazo metalico,salia del supermercado,con una bolsa en la mano,con comida,y,algun abrillantador que otro,suspiro un poco,se aparto el pelo rubio de la cara,con su extraña pinza metalica.El atraía la mirada de algunas chicas que estaban por hay.El solo andaba,buscaba un lugar para sentarse,y ver sus compras

El pelinegro venía saliendo del supermercado, a paso despreocupado y sin ningún apuro. Jugueteaba con la cajetilla de cigarros nueva que llevaba entre los dedos, manteniendo la vista sobre ésta, pero sin dejar de prestar atención a su entorno. La abrió y sacó un cigarrillo después, intruseando luego en sus bolsillos para buscar un encendedor, exhalando con fuerza al no hallar nada. Luego de su poco exitosa búsqueda, se topó con una chica en una banca cuando ladeó la vista. Se acercó a Melody a paso seguro y firme, sin dudarlo dos veces.- Hey, tú. No tienes cara, pero... -se encogió de hombros- En este mundo hay tanta mierda junta que... -suspiró, negando con la cabeza. Alzó la mano con la que sostenía el cigarro, insinuando lo que buscaba- ¿Tienes encendedor? -preguntó, tratando de no sonar tan antipático como solía hacerlo.

Melody estaba atenta a su entorno, vio pasar a un chico rubio de ojos claros que tenia una mirada bastante fria, luego bajo la mirada nuevamente, sacando un libro de su bolso. Al sentir la voz del pelinegro levanto nuevamente la mirada, lo observo por un rato y al escuchar su pregunta nego con la cabeza, seguido de una sonrisa algo timida. - No tengo, lo siento - Exclamo en un tono suave. - Tal vez debas preguntarle a el - Dijo, senialando al chico rubio que habia visto anteriormente, ya que al ver su mirada fria penso que tal vez podria ser que fumara.

Respiró hondo un par de veces, tratando de no odiar al mundo más de lo que ya lo odiaba.- Hm, sabía. Pero había que intentarlo... -se pasó una mano por el cabello, buscando con la vista al supuesto "él".- ¿Ah, a quién? ¿A ese de ahí? -hizo un ademán con la cabeza para señalar al rubio. Examinó a la chica con la vista, dejando sus negros ojos fijos en el libro que sostenía.- Mmmmhhh... como sea, da lo mismo, eh... ¿Gracias? -levantó los ojos hasta los suyos nuevamente y alzó una ceja, sin mucha experiencia en entablar conversaciones normales. Persiguió a Jeremy casi llegando a trotar, y cuando le alcanzó el paso se asomó por su costado.- Oye, hola, ¿tienes fuego? -esbozó una ligera y falsa sonrisa, mirándolo de arriba a abajo.

Jeremy lo miro de arriba abajo,saco un mechero,y se lo dio,con su pinza-mano(?)-Toma,no lo necesito-dijo-Y no me sonrias falsamente-dijo,mirandolo de reojo,siguiendo su camino(Me voy t.t)

Cogió el encendedor, mirando con curiosidad la mano del contrario, agudizando la vista.- Hmmm... -devolvió la vista a sus ojos y reprimió una involuntaria risa al oír el comentario.- Bueno, ya, pero no me muerdas. -se permitió reír un poco, al tiempo que encendió por fin el cigarrillo que mantenía entre los dedos. Se lo llevó a los labios, tomándolo con el índice y el pulgar. Lo observó alejarse y cuando ya estaba lejos, bajó la vista al encendedor que sostenía en la palma de su mano, encogiéndose de hombros y sonriendo para sí mismo. Lo guardó luego de un rato, lanzándole una mirada de reojo a la chica que seguía en la banca. Se llevó el cigarro a los labios y le quitó una larga calada, botando el humo después, sin quitarle la vista de encima.

La rubia estaba concentrada en su lectura, levanto la mirada un momento, al ver que el pelinegro la miraba sonrio a modo de saludo. Cerro su libro, lo metio en su bolso, el que luego colgaria sobre su fragil y palido hombro y camino hacia donde estaba el extranio fumando. Se paro al lado de el, llevando sus manos a su misma espalda y juntandolas detras de ella, cualquier persona en ese momento podria haber jurado que esa ninia tenia unos 11 u 12 anios, ya que su postura era acompaniada por una mirada inocente y un pequenio sonrrojo en las mejillas que la caracterizaban. - Mi nombre es Melody - Exclamo la chica en el mismo tono suave y tranquilo. - Y el tuyo? - Pregunto curiosamente, probablemente ese chico tendira alrededor de 20 anios debido a que tenia una complexion fisica propia de la edad y una actitud un tanto madura. (Esta claro que Melody no sirve para juzgar bien a las personas jaja ).

Le correspondió la sonrisa, alzando una ceja, y se extrañó aún más al verla acercarse. Le sacó otra calada al cigarro, botando el humo por la nariz. Cuando Melody se paró frente a él la analizó con la mirada de pies a cabeza, devolviendo luego la mirada hasta sus ojos, que al ser violetas, le recordaban a los de alguien más. Reprimió una sonrisa debido a eso.- Hola. -volvió a fumar, botando el humo hacia el costado con tal de no tirárselo a ella.- ... ¿Yo? Fi-.... -exhaló con fuerza.- ... Caleb. Me llamo Caleb. -suspiró, agobiado, y lanzó la colilla consumida al suelo, pisándola después.- Bonito color de ojos, niña. -no pudo contener una amplia sonrisa, cruzándose de brazos también. La contempló con curiosidad.- ¿Cuántos años tienes, ah? ¿Tus padres no te ha dicho que no tienes que andar hablando con extraños por ahí? ... ¿Y menos con gente como yo? -rió, sin intención alguna de ofenderla, pero a veces su "amable" humor sencillamente se le iba de las manos.

- Caleb? Nunca habia oido hablar de ese nombre, eres el primero - Exclamo sin quitarle la vista de encima. - Te parece que es bonito?, Yo los considero raros - Sonrio aun mirandolo a los ojos, tenia una especie de aspecto de chico malo, pero se sentia comoda, no le tenia miedo y le interesaba su forma de ser ya que en algunos aspectos era parecida a la de ella, en el sentido de que no habla mucho y se manejaba mas con gestos que palabras. Rio levemente al escuchar la pregunta de el chico - Lo siento - Dijo recobrando su compostura - 16, tengo 16. No suelo hablar con extranios por eso nunca me han dicho que no lo haga. - Exclamo observando el cabello del chico, ya que su corte le recordaba a su hermano mayor. - Y tu? - Pregunto aun observando el cabello, mientras se le dibujaba una pequenia sonrisa en la cara.

- Caleb es un asco, suena horrible... ¿Y a quién mierda se le ocurre ponerle un nombre de un imbécil de la biblia a un tipo como yo? -alzó una ceja fingiendo extrañeza, manteniendo una ligera sonrisa, esa misma que se amplió al oír la respuesta de la chica respecto a su color de ojos.- Es que sí, lo son. Son raros. -suspiró, sacando el encendedor de su bolsillo. Comenzó a jugar con él, prendiéndolo reiteradas veces- Y eso es precisamente lo que los hace bonitos, supongo. -levantó la mirada hasta las ya mencionadas orbes violetas de Melody, sonriéndole hacia un costado. Lo que le decía era verdad, sí, pero también influía el hecho que quien más le importaba, poseía ojos de dicho color también. Al oír la edad de la muchacha se quedó boquiabierto, sorprendido e incrédulo.- ... ¿Q-qué? -recobró la compostura, aclarándose la garganta.- o sea... ah... ¿De verdad? -juntó las cejas, extrañado, y volvió a examinarla con la vista.- Eh, sí, dieciséis, claro... - se pasó una mano por el cabello al notar que la chica lo miraba tanto, preguntándose que mierda tendría.- Tengo 24 -suspiró y ladeó la vista en dirección a un árbol.

La chica quedo un poco atonita al oir esa clase de furia hacia su propio nombre que tenia el chico, sin embargo mostraba una cara de despreocupacion. - Gracias - Dijo al escuchar el "cumplido" sobre el color de sus ojos. - Que? - Pregunto Melody al ver que cada vez que la observaba a los ojos el chico sonreia; siempre manteniendo su suave y delicado tono de voz. - Se que puedo parecer menor - Exclamo sonriendo al ver la reaccion del pelinegro. Se paso una mano por el cabello, acomodandoselo. - 24? , si, me parecia que tenias alrededor de 20 - Continuo. - Lo siento si te molesta que te observe, es que me recuerdas un poco a mi hermano mayor - Dijo con total sinceridad.